Salte la navegación

Capítulo especialmente dedicado a Alberto Alquisiras, por su cumpleaños.

Sinu y yo nos adentramos profundo en la caverna, acompañados por nuestros intrépidos compañeros, a los cuales iré nombrando eventualmente. Llevábamos cada uno varias botellas de agua bendecida por la diosa Enhasad, las cuales al ser rociadas sobre nuestras armas, podían dañar incurablemente a las fuerzas de los muertos vivientes y a las otras criaturas olvidadas y malditas que residían en este horrendo lugar, antiguo campo de batalla de cientos de miles de soldados de todas las razas, muertos por conquistar su libertad por sobre la voluntad de los monstruos como Antaras, dragones portadores del caos y la destrucción. Pero era evidente que no era el adormecido cuello del dragón por el cual nos dirigíamos al interior del peligro…

De pronto, nuestro vigía, que se había adelantado, regresó apresurado… ¡Con una horda de las criaturas del interior detrás de él! Algún muerto viviente, camuflado en las oscuras paredes debió de delatar su presencia; por lo que ahora no quedaba más opción que abrirnos camino a la fuerza. Tayok entonces, nuestro arquero y vigilante, a pesar de ser descubierto, no dudó en luchar; y desenfundando sus dagas para “encuentros cercanos”, se aprestó a adentrarse en el combate, al cual nosotros ya nos dirigíamos, con el deber de proteger a nuestros compañeros.

Pero, por supuesto, ellos también sabían como protegerse.  Mientras nuestras armas bendecidas cortaban las pútridas carnes de las criaturas, o destrozaban los huesos de los no muertos, como una avalancha llegaron nuestros camaradas más poderosos: los Orcos. Nosferatu llegó primero, y de un sólo golpe de su enorme hacha de acero, logró sin problemas el partir en dos a una demonio que comandaba a unos cuantos muertos vivientes. No muy tarde llegó su compañero, quien sostenía que no importaba cuánto tiempo estuviera en la batalla el siempre sería igual de fuerte, razón por la cual le habíamos puesto de sobrenombre “Siemprefuerte”. Nosferatu le dió el impulso necesario para que se levantara por los aires unos breves momentos, y pronto la furia de su espada cayó sobre un antiguo gigante, pariente de los bugbear, que se había estado acercando peligrosamente a la batalla liberada. Las criaturas aumentaron su número, y por lo tanto, los orcos y yo con Sinu intentamos evitar que avanzaran, mientras Tayok se retiraba para poder asistirnos a distancia con sus flechas, junto al elfo oscuro que había estado gastando sus propias flechas desde hacía un buen rato, Erinor.

Entonces llegaron aún más refuerzos. Los enanos liderados por “Capuchino” y “Mocachino”, adictos al café, se aproximaban a reforzar el ataque. Entre ellos pude ver a una joven enana que había reclutado al clan años atrás, y que por un tiempo me trató como si fuera su maestro: la enana Gimlina. Caímos con furia sobre las insensatas criaturas y les hicimos conocer la luz previa a sus muertes. Y luego de unos minutos de encarnizada lucha, nos abrimos finalmente paso y terminamos de diezmar a la oleada de criaturas. La guarida del demonio estaba solo pasos más adelante… y esta vez sí que debíamos de ser cuidadosos.

La mayor parte de nuestros camaradas decidió montar guardia en un amplio radio, así un puñado de nosotros exploramos los alrededores de la guarida de Alalvil (el demonio del cual debíamos extraer la sangre) hasta que finalmente dimos con él. Afortunadamente estaba recostado contra uno de los muros de la caverna, durmiendo. Dormía, de hecho, de forma tan profunda que ni siquiera la batalla había conseguido despertarle. Nuestra desconfianza, de todos modos, era obvia: La bestia medía aproximadamente diez metros de alto, y fácilmente hubiera podido aplastar a uno de nosotros de ser lo suficientemente descuidados como para abruptamente quitarle el sueño; incluso podía estar fingiendo dormir, y nosotros estar cayendo en su trampa mortal. Pero pese a estos pensamientos tan nefastos y negativos, finalmente nos atrevimos a acercarnos a él, con todo el sigilo posible. Tayok, que estaba montando guardia con los demás, captó presencia enemiga y dió el aviso con su arco. Pronto todos nuestros protectores se aprestaban al combate. No teníamos mucho tiempo…

Era obvio que el demonio despertaría, eventualmente, dado el ruido que tan cerca se producía de los oídos de la criatura; así que Sinu, yo y los orcos fuimos directamente al cuello del demonio y entonces, todos al mismo tiempo, clavamos las armas bendecidas en la carne del monstruo infernal; y entonces, en un horrendo y estridente grito de dolor y agonía, Alalvil nos envió volando a nosotros y nuestras armas mientras se ponía de pie, inflamado de fulgurante ira y odio. Estabamos totalmente rodeados de enemigos y sólo el anillo que producían nuestros compañeros del clan nos protegía de la muerte. Precisamente por esto Alalvil quería romper el círculo; pero no se la iva a llevar fácil. Aunque éramos solamente cuatro, estábamos dispuestos a combatir al demonio antes de que pudiera desencadenar el fin sobre todos nosotros. Con su tamaño y fuerza, parecía realmente no haber una manera de poder detenerlo de este objetivo. Pero entonces… ocurrió el milagro.

Wurdulak había llegado. Por ser un nigromante le era bastante difícil adentrarse en determinadas áreas del reino, porque sus prácticas de magia negra con los cadáveres eran consideradas criminales; por esto los suyos eran perseguidos, y cualquier aprendizaje de las artes nigrománticas seriamente castigadas; y sin embargo, allí estaba, contra todo pronóstico. Y traía refuerzos consigo. Legiones de esqueletos reanimados, a los que les aumentó el número al reanimar a los cadáveres de los enemigos ya caídos en batalla. Wurdulak hizo que toda esta masa de muertos se abalanzara inmeadiatamente sobre el demonio tras su llegada, mientras los pocos enemigos restantes se dispersaban y huían ante aquella superioridad en número y habilidad. Pero volverían…

Mientras todos nos reagrupábamos se reía apaciblemente, diciéndonos que el héroe siempre llega en el momento más oportuno y crítico. Luego, separando los cadáveres reanimados del demonio, fuimos todos en contra de Alalvil, con todas nuestras técnicas a distancia, mientras nuestro líder convertía a todos los esqueletos en una sola gran entidad con la que derribó al demonio a la primera embestida. Inmovilizándole entonces, con la invocación, y volviendo a concentrar los ataques en el cuello, más la ayuda de la invocación, la cabeza fue removida del cuerpo, y la victoria fue nuestra.

Recolectamos con rapidez toda la sangre posible que brotaba del demonio, y comenzamos la retirada lo más rápido posible antes de que los prácticamente infinitos monstruos (nunca parecían acabarse) de los alrededores se reagruparan y pudieran volverse nuevamente una amenaza. Pero de pronto, sentí algo extraño y me volteé instintivamente hacia el cadáver del demonio que habíamos matado. Sinu había hecho lo mismo, ya que parecía haber presentido que algo andaba mal, al igual que yo: y entonces vimos, para nuestra sorpresa, cómo del pecho de Alalvil surgía un nuevo demonio de menor tamaño (practicamente humano), armado con espada, escudo y armadura, pues partes de su primer cuerpo se habían transformado en su equipo de batalla. Éste era el verdadero demonio, por lo que la sangre extraída anteriormente era inútil. Así que, arrojando las botellas que habíamos juntado, decidimos hacerle frente a la nueva amenaza; la que no mucho después de salir de los despojos de su viejo cuerpo se nos acercó con una velocidad vertiginosa…

Fui el primero con el que luchó, cargando todo su peso en la fuerza del primer impacto, que por fortuna fui capaz de contener con mis espadas. El choque de metales fue tan fuerte que casi perdí el equilibrio (Si hubiera caído al suelo hubiera sido mortal); mientras que el demonio, con una agilidad increíble, continuaba atacando; en tanto yo sólo atenía a bloquear y esquivar, incapaz de encontrar una brecha para un ataque seguro. Sin ayuda de varios de mis compañeros, ante una nueva oleada de enemigos que nos pilló desprevenidos, tenía que arreglármelas solo. Hasta Sinu trataba de abrirse paso. Wurdulak estaría pronto disponible para auxiliarme, estaba seguro; pero si no hacía algo por mi cuenta, estaría pronto muerto…

Decidí jugarme el todo por el todo. Acumulando energías mientras me defendía, finalmente ataqué con furia su escudo con una de mis técnicas de espada de alta velocidad. De este modo logré perforar el escudo y dañar su brazo tan rápido que logré desplazé a tiempo la estocada dirigida hacia mí. Ésta apenas pudo hacerme daño en un costado, pero no afectó en absoluto mi desempeño físico. Habiéndonos separado brevemente por unos instantes debido a mi ataque, inmediatamente lo volví a hacer con mis energías restantes, al enviarle una onda de corte con mis espadas; ocurrió tan súbitamente que impactó la armadura y la destrozó casi por completo. Esta vez, no obstante, confié demasiado en mi habilidad…

Cansado como estaba, e incapaz de matarlo con la técnica que tomó mis energías restantes, el demonio cargó hacia mí con una furia tremenda. Todo ocurría tan rápido que sentía que nunca llegaría la ayuda. Retomé la postura defensiva, pero mi estado físico se debilitaba cada vez más, y el bloqueo se hacía cada vez más difícil. Entonces, dado que yo empleaba dos espadas en el combate, y el sólo una, se me ocurrió la idea de imitarle.

Con una patada en el momento apropiado logré separarle de mí. Le arrojé una de mis espadas y ataqué con la otra inmediatamente después. Esquivó la primera y bloqueó la segunda, pero al cambiar mi forma de combate no podía predecir de que forma respondería, así que logré imponerme y clavar la espada en su desprotegido corazón.

La estocada fue letal. Recuperando el equilibrio, no esperé engaños ni farsas de parte de mi enemigo y le abrí el cuello inmediatamente después. Chillando de dolor, sus horrendos gritos ahuyentaron por tercera vez a las fuerzas enemigas que quedaban y esta vez terminaron el conflicto definitivo contra ellas. Pero la batalla aún no había terminado, pese a lo que creíamos…

Las heridas se cerraron de golpe y el monstruo entró en un estado de frenezí increíble. Recibí una embestida tan rápida y fuerte que trituró toda la sección de armadura que cubría mi pecho y me hizo estrelló contra la pared. La fuerza del impacto fue tal que casi me hizo perder el conocimiento. Totalmente fuera de combate, ahora estaba a merced del enemigo, pero no pudo acabar conmigo; ya que todos mis compañeros cargaron sobre él.

La invocación de Wurdulak le golpeó primero, siendo por tanto la primera víctima de los ataques del demonio enloquecido, que con gran velocidad y fuerza en pocos segundos había destrozado casi por completo a la criatura hecha de huesos, la ráfaga de flechas no se hizo esperar, pero los rápidos movimientos volvían inútiles todos los esfuerzos de la distancia. Iba a atacar al Tayok cuando Sinu le dañó de improviso con una cuchillada, que envió al demonio al suelo, dando tumbos. Fue en ese momento que los arqueros aprovecharon y le regalaron una serie de flechas no pequeña. Los enanos, listos para su ocasión, golpearon el suelo alrededor del demonio con sus martillos, para hacerlo sacudirse e impedir que pudiera ponerse de pie. En ese lapso había sido levantado del suelo y curado gracias a los poderes curativos de una de nuestras curadoras élficas, la que al verme de pie usó magia acuática para aturdir por más tiempo al demonio. Yo estaba muy débil aún, por lo que sólo pude contemplar los sucesos. Wurdulak había comenzado a reconstruir a su invocación, reforzándola con varios de los restos orgánicos de los muertos a los que habíamos matado; de esa manera le estaba dando forma a una especie de masa abominable a la vista, pero que podría ser efectiva.

Vino un repentino despliegue de fuerza de Alalvil, y fue tal, que salimos todos arrojados por todas partes. Aún furioso conmigo, corrió para tratar de matarme ante mi carencia de movimiento, pero Sinu nuevamente acudió a mi rescate, bloqueando lo que pudo ser una estocada letal. Sacando fuerzas sin saber de donde, me puse de pie y comencé muy lentamente (a duras penas, la verdad) a concentrar energía en mi interior, esperando ser de utilidad.

La pelea iba asombrosamente muy pareja. Por alguna razón, Sinu podía alcanzar las mismas velocidades de combate que Alalvil, y hacerle temer sus ataques y maniobras; ya que no era pocas las heridas que Sinu le estaba abriendo. «Realmente se había vuelto muy fuerte», pensaba; pero en un movimiento un tanto apresurado y mal coordinado, Sinu se encontró vulnerable, dándole un punto de ventaja a su enemigo, que con un destructor puñetazo rompió gran parte del metal que rodeaba el hombre de mi amigo, desequilibrándole. Antes siquiera de ser capaz de intervenir, Tayok le clavó ambos puñales por la espalda al demonio y retrocedió velozmente; al voltearse por el impacto de las dagas, la invocación de Wurdulak, brotando desde abajo de la tierra, le atrapó firmemente por los brazos, y toda su estructura cambió para inmovilizarlo. Sinu le arrojó todo el saco de pólvora mágica y gritó «¡Ahora!». Aquel era el momento: Con toda la energía que había acumulado, ataqué con furia a la horrenda criatura con mis espadas, y la onda de corte que envié entonces, produjo una explosión de tal magnitud que cegados estuvieron por varios segundos los que no cerraron los ojos. Desintegrada la invocación, cayó Alalvil al suelo, produciendo un ruido sordo en el silencio ahora imperante.

Débil, trató de levantarse, pero Sinu le clavó una espada en el corazón y Nosferatu hizo caer su propia espada gigante sobre el cuello del demonio, decapitándole.

La batalla había terminado.

15 Comments

  1. Ah ese mounstro alalalalala-algo era un necio que bueno que lo mataron petardo no merecia vivir cosa fea =D. Me gustó el relato, tenía tiempo no entraba =P. Gracias ^^
    PD: Petardo si me di cuenta no me creas tan tontin ¬¬

    • Felicidades amigo, es una pena que mi pc pasase a mejor vida… me disculpo por no poderte haber felicitado en condiciones.
      Por otro lado, no nos creiamos que fueras tontin, lo dabamos por echo, ok no, es coña XP pero fue un buen guiño para tu aniversario :) aun que adlien lo tenia desde hace un tiempo.
      Y una cosa importante que no hizo adlien es no poner tu frase preferida oye hubiese sido la guindilla del pastel.
      «Ah huevooooo» para todos :p
      Saludos y que estes bien querido amigo ^^.

    • Fue una pequeña variación con la que te quise homenajear. Fue un «guiño» planeado desde hace un tiempo ya y estoy seguro de que te hizo gracia, aunque parezcas un poco enojado por creer que «queria engañarte», jajaja.

      Me alegro que este relato haya sido de tu agrado :)

      Un abrazo

  2. Un honor para mi esa batalla ganada .

    • Creo equivocarme al pensar que puedas ser uno de mis lectores habituales. Me encantaría saber quien eres. ¿Será posible que alguno de aquellos con los que compartí esos tiempos? Espero que pronto pueda sacarme esa duda de la cabeza.

      Saludos

  3. Hasta este género literario que está tan lejos de mi universo me parece sublime gracias a tu coherencia y claridad a la hora de escribir, es como si asistiera a una película que despliega toda su fuerza en mi mente.

    • Me alegro de tus palabras. Me gusta escribir de manera que todos entiendan, pero reservarme algunas cosas, dejar espacios, para así alimentar la incertidumbre y el interés en lo que pueda venir despues.

      He visto con mis propios ojos, a lo largo de mis lecturas tanto de autores literarios como académicos, el hecho de que mucha gente busca enredar y complejizar cosas que, escritas de otro modo, hubieran sido tan sencillas de entender que hubiera sorprendido. Ahí yo creo que puede haber tanto una dificultad para expresarse, como un pequeño orgullo de sentirse comprendido por unos pocos; quizá incluso el miedo de sentir que todo suena demasiado simple.

      El lenguaje puede ser muy complejo para quienes lo utilizamos como ladrillos de construcción, ¿No te parece? Jeje :P

      Un abrazo

  4. Adlien te «molieron» a palos :) esta muy bien tu relato y como los sigues mis felicitaciones.
    Te pondre aqui un error dado que no puedo entrar en msn y no te encontrare en estos momentos asi que lo editas y mi mensaje igual cuando puedas :p
    «Entonces, (dadp) que yo empleaba dos espadas en el combate, y el sólo una, se me ocurrió la idea de imitarle.»
    Dado que tampoco me pudiste pasarlo para que le echase un vistazo y correjir.
    Saludos querido amigo un abrazo y si eso ya nos veremos :)

    • Sinu, mi querido amigo, me alegra de que estes por aquí y hayas leído mi escrito. El error está corregido, y si hay algún otro desperfecto espero contar con tu ayuda para solucionarlo.

      Espero que estés igual de atento para cuando salga el próximo, vendrá a cerrar este largo cuento y abrirá las posibilidades para siguientes entregas dentro de este blog.

      Espero que podamos vernos pronto :)

      Un abrazo

  5. Algunos errores menores… pero no los voy a nominar… sé que prefieres no cambiar lo que escribes… pero no puedo evitar decirlo… a veces mi (maldito) sentido perfeccionista impide que haga caso omiso de estas cosas…
    Haciendo punto y aparte… me da la impresión de que Sinu más adelante dejará de ser humano… o que sufrirá algún tipo alteración, mutación… no sé por qué… entre ese ataque de espada mágica super potente de la otra vez y el incremento de velocidad equiparada con la de ese demonio ahora… siento que está pasando por un período de madurez en su habilidad que va más allá de su comprensión… la verdad es que tengo muchas expectativas respecto de ese personaje jaja… y a ti amigo de dieron buena tunda eh?
    Espero por la próxima parte… cada vez me engancho más con esta historia jaja
    Un abrazo Adlien!

    • No tiene nada de malo que me cuentes los errores de este relato, de mis poesías o de cualquier otra cosa. Suelo ser autocrítico, pero varias cosas eluden mi revisión, por varios factores difíciles de precisar. Estos trabajos no tienen más futuro para mí, de momento, que su publicación en el blog… pero no por eso has de evitar críticas que puedan serme de utilidad para posteriores trabajos, que yo considere que irán «en serio».

      Me encantaría responder a tus suposiciones del futuro, pero para no quitar el suspenso no me gustaría dar una respuesta concluyente. Así los dejo interesados en lo que vendrá más adelante :P

      Lo que es evidente es la paliza que me dieron, jajajaja. Pero viviré, sino no podría haber escrito tantas de estas historias, ¿No? Jajajaja.

      Un abrazo ;)

  6. Que monstruo mas retorcido hubo un momento que pensé que no se iba a morir nunca xDD
    pero me a encantado el relato a sido maravilloso como como siempre esperare impaciente las continuaciones, y espero volver a verte pronto que andas desaparecido pero espero que todo te vaya bien :)
    y bueno felicidades algo atrasadas al cumpleañero aunque es posible que no lo lea y el no sepa quien soy pero np xD

    un beso :)

    • Bueno querida como no comenta adlien lo hare yo.
      El monstruo (como la persona en el que se basa) son huesos duros de roer.
      Seguro que a adlien le encanta que te encante ;) y espero que te lea aun que no sepa quien eres ^^
      Un beso para ti tambien guapa (L) ;p
      Saludos.

  7. «Los enanos liderados por “Capuchino” y “Mocachino”, adictos al café, se aproximaban a reforzar el ataque. Entre ellos pude ver a una joven enana que había reclutado al clan años atrás, y que por un tiempo me trató como si fuera su maestro: la enana Gimlina.»

    Tienes una gran imaginación y una capacidad narrativa muy entendedora para principiantes como yo en este tipo de historias, la he encontrado fantástica. Los nombres de los enanos, me han gustado especialmente.

    Un abrazo querido Adlien.

    Montserrat

    • Fue un gran guiño la verdad lo malo es que, no lo riais igual que yo al leerlo dado que yo si se del por que del guiño.
      Y aun que adlien ande desaparecido en combate ((dado que lo apresaron por escandalo publico… por ser feo cundio el panico)(es broma, not serious ^^)) pero como siempre le agradara saber que te gusto.
      Y hablo por el, ya que lo conozco mucho y me puedo imaginar algo de lo que diria ;)
      Saludos.


Replica a sinu77 Cancelar la respuesta