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Son muchas las cosas que pasan por mi cabeza esta noche… y probablemente irán aumentando inexorablemente, a medida que el tiempo se me esté acabando y se vayan quedando cosas atrás. Es obvio que no podré hacer todo lo que me propongo, y sin embargo es tanta la importancia que le he dado a cada cosa que eclipsa todo lo que no he logrado hacer.

No puedo dejar de destacarlo.

¿No es gracioso como se puede caer en grandes enredos mentales cuando la intención es ordenar tan sólo un poco el caos presente en nuestro interior? Es por eso que a veces da gusto transcribir el nudo y simplemente dejarlo reposar allí, sin esperar que ni siquiera uno mismo en el futuro vaya a perturbarlo.

Esta noche la música es el principal conductor de mis pensamientos, y la única droga que consumo para tratar la creciente tensión de mi interior. Es tanta la emoción que me producen las melodías, las letras y la pasión entrelazadas que difícilmente puedo concentrarme y escribir de la manera en que me gustaría. Pero necesito la música. Quizá la próxima noche también. Quizá las siguientes noches también. Me parece inevitable.

El día de hoy no fue como los que yo hubiera deseado, pero dejó satisfechas algunas cosas en mi interior. Aspiraciones personales, más que nada. Si ayer me había enfocado en los demás, hoy me he enfocado en mí mismo y he encontrado también una gran alegría en ello. Cierro una parte importante del libro de mi vida para comenzar a tratar con las siguientes; que me requieren más sacrificio y esfuerzo personal. Lo de hoy, más que nada, fueron breves pero importantes símbolos.

Pude ir a la tienda de curiosidades que solía visitar cuando estaba de paso por esa área de la ciudad… y finalmente, gracias a un dinero que me había ganado, comprar una de las espadas de colección que tenían en el mostrador. He coleccionado objetos de este tipo durante años; y pese a los comentarios de mis familiares, he encontrado gran alegría en hacerlo. Esta ocasión, sin embargo, fue muy especial para mí: Había adquirido una preciosa espada muy bien elaborada, sabiendo que habría de ser la última que tuviera. Al llegar a casa con mi trofeo mis familiares se rieron: Nuevamente había hecho derroche de mi dinero en tonterías «infantiles». ¿Qué podían saber ellos, sin embargo? Aunque pudiera ser una rareza de mi parte semejante cosa, me pareciera que todo el mundo tiene un grado de excentricidad o «locura» que logra ocultar. Yo nunca he querido conocer los asuntos del resto, pero cuando descubren el tuyo es fácil señalar con el dedo de una mano y reír, ocultándose con la otra mano el secreto que nos avergonzaría exhibir.

Aquella espada tenía mucho que ver conmigo, de todas maneras. Así lo sentía en mi interior. Había soñado con ella esta mañana sin darme cuenta (afortunadamente sin tener percances con el futuro), viéndome como un hábil guerrero enfrentando a sus enemigos y triunfando sobre ellos. Y aunque siempre he recibido comentarios positivos y negativos sobre mi extraña actitud «quijotesca» … lo cierto es que me place sentirme como un hombre que parece de otra época, que cree en cosas de las que otros prescinden o han olvidado. Aquella espada, a la vista ahora en mi habitación, es un símbolo de que, aún ahora, sigo firme en mis creencias personales para decirles ahora un «hasta siempre» y tenerles constantemente en mi corazón. Así fue como me sentí listo para emprender otro hecho simbólico en mi interior, que sentía pendiente.

A la tarde tomé la bicicleta, y luego de cargar con dinero el celular con parte del resto del dinero, recorrí todos los lugares preciosos que habían a lo largo y ancho de mi ciudad. ¿Por qué? Me traían a la memoria a gente, me recordaban pensamientos, alegrías, nostalgias, momentos involvidables con amistades y amores (reales e imaginarios). Una cascada de emociones brotaba de mi interior… y en ella cada recuerdo importaba.

Me quedé largo rato contemplando el horizonte en la última parada, sintiendo las suaves manos del viento en mi rostro, pensando en lo bello que es este mundo y lo crueles que hemos sido con él. Aún maldigo el afán de poder y de gloria del hombre occidental, que ha logrado arruinar cada día más este bello mundo. Hubo un tiempo, de hecho, en que creía que un castigo a la humanidad podría ser necesario por la crueldad con que hemos dispuesto de este mundo, bajo justificaciones vanas como «el progreso». Pero luego me dí cuenta de que aún cuando podamos ser un virus letal para este planeta… la vida es un milagro maravilloso; y aquellos que pueden darse cuenta de ello son quienes más disfrutan todo, incluso cada bocanada de aire dentro de nuestra realidad. Si viéramos a todos los planetas que poseen vida, y los viéramos como seres vivos y no como hogares… nos daríamos cuenta de que la extinción de este mundo sería un hecho pequeñísimo en la inmensidad del universo; continuando el ciclo de la vida en otros mundos, en otros lugares. ¡Cuántos planetas habrán sucumbido antes que el nuestro! ¿Cuántos se lo habrán merecido? Me calmó y me calma pensar un poco en eso. Durante tanto tiempo nos hemos visto como seres increíblemente superiores… que nos olvidamos por completo de que no somos absolutamente nada…

¡Absolutamente nada!

Al volver a casa esta noche, empapado de las emociones, de los recuerdos y de los pensamientos que había invocado, subí a mi habitación a escribir poesía. Las líneas fluyeron por sí solas, y en cosa de tan sólo unos minutos había logrado expresar mi alegría, mi angustia, mi tristeza y mi optimismo resignado en el bienamado papel. Ser poeta ha sido siempre mi más grande sueño y he hecho todo lo que ha estado en mis manos por buscar destacar en base a lo escrito. Me apena pensar que todos mis proyectos jamás verán la luz porque un desastre completamente imprevisto me los habrá de quitar antes de saber la verdad de mis habilidades. No obstante, los símbolos no dejan de acompañarme aún en este entonces, pues las cosas dieron el día de hoy un giro inesperado. La poesía que había querido publicar en una página web fue finalmente aprobada y compartida, por lo que ví comentarios de algunos escritores y poetas, que dejaron palabras significativas sobre mi trabajo. No pude dejar de sonreírme de ello. Aún cuando nunca emprendí el camino de las letras por medios virtuales, fue un agrado saber que tal vez habría podido triunfar y destacar por él.

Así, a medida que me voy sintiendo desnudo y acorralado por mis propias palabras, con un nudo en la garganta por esta confesión de tan insignificantes actos, y acariciado por la majestuosidad de la dulce música; me niego a dar este día por perdido, aún cuando una parte en mi interior diga que así fue. Mi corazón se ha sobrepuesto a mi razón este día y noche, por lo que sólo él puede entender la importancia de mis actos este día.

Es por estos símbolos que no sentiré angustia alguna estos últimos días por todas aquellas partes de mí a las que no pienso renunciar y que sin embargo extrañaré mientras hago mi viaje interior a la paz de espíritu antes del final. Mi cuerpo y mi razón ya comienzan a inquietarse, pero mientras domine mi corazón las cosas no irán tan mal. Debo aferrarme, por lo tanto, a ello.

Quedan cuatro noches.

14 Comments

  1. El tiempo nunca es perdido…aunque quedasen cuatro noches.
    ¡¡¡ ays… que tensión Adlien !!! .
    Un abrazo

    • Mucha razón con tus palabras. Menos mal que la tensión ya se terminó, ¿Eh? Aunque a futuro… ¿Quién sabe? Quizá también termines preocupada ;)

      Un abrazo

  2. Es un capitulo de transición en el que reflexionas sobre tu pequeñez ante los acontecimientos frente a los que no puedes hacer nada; llevas la historia con mano maestra y de forma muy inteligente.

    • Te voy a revelar un detalle de como llevé cada noche: Durante el día me hacía una vaga idea de qué era lo que escribiría, y luego, en la noche, pasadas las 0:00, me dedicaba a escribir la entrada que publicaría, tal como si yo hubiera sido el hombre que se preparaba para la muerte.

      Gracias por tu valioso comentario, amigo
      Un abrazo

  3. Definitivamente no me has decepcionado Adlien! El rumbo que están tomando estas noches es cada vez más parecido a lo que mi mente ansiaba leer! Me agrada que el protagonista esté encontrando de a poco la aceptación del final y en vez de desesperar, esté aprovechando los momentos a pleno, latido por latido! Es su momento de hacerlo con todo corazón, aferrado a su convicción y a su sentir!
    Espero por aquellas noches que restan ser leídas… grata lectura mi amigo! Felicitaciones!!!
    Un abrazo!

    • Nicolás, son buenas noticias las tuyas, realmente. Me parece que tus espectativas, pese a que puedan hacerme temer la predicibilidad, son muy positivas para este largo trabajo que tomé. Fue un gran esfuerzo el del protagonista (y el mío) para que las cosas llegaran hasta el final: Ambos nos esforzamos de corazón, determinados y emocionados.

      Y es que él es parte de mí… ¿O seré yo parte de él? Jajaja ;)

      Un abrazo

  4. Amigo.. nunca dejes de seguir en el mundo de los sueños, las realidades y las ficciones, en los rumbos de la reflexión, la expresividad de la poesía y la emotividad de tus relatos, sigue plenamente tu viaje y recuerda que de algún modo hay ya varias rutas que has dibujado y sólo tu sientes verdaderamente cuáles son tus sendas. Magnífico escrito.

    • Mi deseo es jamás tener que llegar a abandonar ese mundo. Es como mi hogar. Agradezco tus preciosas palabras y mi único deseo es estar siempre a la altura de ellas… o volar aún más alto :)

      Un abrazo

  5. Sabes? Si yo supiera lo que tu sabes no te quedes con la duda de saber lo que yo haria… Me suicidaria inmediatamente.
    No querria sufrir pensando en los mios y en su suerte, no podria sufrir la agonica espera de un condenado a muerte.
    Ademas no querria ser de las últimas en esta carrera jejejejeje.
    Besito!

    P. D. Psts oye… tu no sabras «algo» verdad????

    • ¿Realmente lo harías? Sé que no querrías sufrir y todo eso… pero me pareciera, desde mi perspectiva, una posición un tanto egoísta, sabiendo que en aquel acto nunca se piensa realmente en los demás. Yo amo la vida, preferiría que me la quitaran a tener que quitármela yo mismo; porque no importa qué tantos deseos tenga uno de querer morir… siempre, aunque sea en el último segundo de su vida, deseará poder seguir viviendo. Ese es mi parecer, nada más.

      Lo del «algo» creo que ya no vienen a caso, dado que no pasó nada, jajaja
      Un abrazo

  6. Estimado Adlien,

    Te felicito por tu tercera noche. Letras llenas de emociones, de buenos sentimientos en donde la espiritualidad llena el espacio.

    Que gran ocasión el caminar por estas noches para dejar sereno el espíritu. Me gusta mucho como enfocas este relato.

    Un abrazo enorme.

    Montserrat

    • Montserrat, amiga mía, son muchas las cosas positivas que encuentras en mis escritos; así como los demás también pueden ver. Me agrada que tú, que tienes letras llenas de luz, me dejes estas palabras. Me han venido los recuerdos de las historias que has escrito sobre tus paseos en la naturaleza y eso me alegra mucho.

      Gracias por comentar :D
      Un abrazo

  7. ¿Que pasará la última noche? Debe ser agobiante sentirse así. Besos
    Ana

    • Que rápido deseabas que terminara la tensión, jajaja. Y sí, es cierto. Él también se sentía así, de todas maneras.

      Un abrazo


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